Relatos Insólitos: La Sombra.

Hola a todos los internautas. Después de algunos días de ausencia por causas de fuerza mayor, estoy de regreso con un nuevo artículo. Espero están siendo de su agrado. Por favor no olviden comentar si algo no les gusta, o quizá si hay algún tema del que les gustaría que habláramos. En éste caso, un anónimo me manda éste relato. No puedo confirmar que sea cierto, ni que aporte absolutamente ninguna prueba. Sin embargo se me hizo interesante y por eso se los comparto. Sin más, pasemos al relato y que lo disfruten.

La Sombra.

Ésto que les relato, sucedió por allá del año 2006. Por ese entonces yo era agente federal en una agencia mexicana. El día había sido pesado y doloroso. Un operativo no salió como nos hubiera gustado y una familia fue asesinada, dejándome con una gran sensación de impotencia y coraje. Con todo eso en mente, llegué bastante enojado a mi casa, un departamento que alquilaba para mí solo en una vecindad.

Después de pasar por toda esa frustración, y después de comer algo sin hambre, me dí un baño y me acosté a intentar dormir. Después de algunas horas de dar vueltas en la cama sin poder dormir, decidí que mejor me levantaría y haría algo más, quizá un café o una cerveza. Estaba a punto de levantarme cuando sentí un gran sopor, no sólo sueño, sino como si prácticamente hubiera sido drogado. En el instante me quedé dormido. Realmente me perdí en lo que sentí que fue un instante. Por lo general, por el ritmo de vida que llevé como agente, tiendo a poder controlar mucho mis horas de sueño y saber aproximadamente cuánto tiempo duermo.

Sumido en ese sopor, completamente dormido, sentí que alguien estaba cerca de mí. Yo como comenté, vivía solo en ese momento. Pensando que quizá alguien había entrado a mi casa o que tal vez me intentaban ejecutar, abrí rápidamente los ojos y ahí fue donde comenzó mi experiencia.

Frente a mí, a los pies de la cama, se encontraba una sombra negra, alta, de quizá 1.80 metros. Se acercó y yo intenté moverme, pero no podía. Sé que a eso se le llama parálisis del sueño, así que pensé que esa era la explicación obvia y por lo tanto la correcta. Respiré profundamente e intenté mover un miembro a la vez, empezando por los dedos de la mano izquierda, porque había leído o no sé si escuchado que así puedes lograr controlarte y darte cuenta que estás intentando despertar, pero nada pasó. La sombra se acercó y al estar cerca de mi oído soltó una carcajada que sentí en todo mi ser.

En ese preciso momento me comencé a marear y aunque no sentí que me desvanecía, sí sentí que ya no tenía control sobre todo lo que pasaba a mi alrededor. Ya no podía ver esa sombra, pero sentía su presencia. Pensé en todo momento que estaba en una parálisis del sueño, lo que en cierta forma me dama un poco de clama. Sin embargo, repentinamente comencé a sentir un a presión terrible en el pecho y la garganta, y a pesar de saber que era normal lo que pudiera sentir o creer que sentía, no pude calmarme. Al intentar respirar, sentía cómo mi respiración surgía pesada y el dolor en el pecho aumentaba. Comencé a decir lo más fuerte que podía (aunque no sabía si lo decía en voz alta o en mi mente) -NO ME VAS A GANAR-, pero aún creyendo que se lo decía a mi propio cuerpo. Así comencé a relajarme y a controlarme.

Sin embargo, comencé a escuchar en mi oído una sonrisa macabra como nunca había escuchado otra. Seguí repitiéndome -NO ME VAS A GANAR-, con lo que la risa aumentaba en fuerza. De pronto la risa se silenció. Seguía sintiendo la presión, como si me clavaran garras en el pecho. Dije firmemente -NO ME VAS A GANAR Y JÓDETE-. Entonces oí su voz mientras me decía -EL QUE YA SE JODIÓ ERES TÚ, GRACIAS POR TODOS LOS MUERTOS QUE ME REGALASTE HOY-.

En ese momento la presión se fue y de golpe me senté en la cama. Me quedé aterrado y descubrí que estaba lleno de sudor. La electricidad de mi casa no funcionaba a pesar de que la de los vecinos funcionaba sin problema. Los fusibles estaban quemados. Los cambié y ya no dormí por esa noche ni la que seguía. Aún me pregunto si de verdad esa familia fue a parar a un mal lugar, aunque ruego que no sea así. Sé que muchos nunca me creerán y dirán que fue sólo una alucinación. no obstante, sé lo que viví. Se los cuento porque una buena amiga me pidió que lo contara, aunque nunca antes lo conté. Desde entonces, el recuerdo de esa familia y de la sombra no se van. Sé que esa sombra y muchas otras sólo esperan a vernos cometer un error.

Muy bien, esa es la historia que me han mandado. Comenten ¿parálisis del sueño o verdadera experiencia? ¿Una entidad aterradora o simple cargo de conciencia? ¿Ustedes... qué opinan?